La formación de nuestros peques depende de gran medida de los valores y educación que reciba en casa, gracias a ello pueden desarrollar ciertas habilidades sociales y para interactuar con los demás niños de forma sana. Enseñar a los niños a compartir es fundamental para garantizar el desarrollo social y educacional de nuestros hijos. Pero, ¿Cuándo es el mejor momento para que aprendan a compartir?
De acuerdo con Jean Piaget, psicólogo, epistemólogo y biólogo suizo, nos dice que nuestros peques a la edad de 2 a 5 años pasan por una etapa llamada Egocentrismo intelectual, donde construyen su propio mundo a partir de sí mismo, interpreta el mundo bajo su propia perspectiva, todavía no entienden que los demás tienen puntos de vista diferentes al suyo. Esto puede observarse en el tema de compartir, en el de las rabietas… el niño no comprenderá que el otro también quiere utilizar el mismo objeto que él, lo interpreta sólo desde sí mismo, lo que quiere y necesita él. No entenderá que el otro llora o está triste porque quiere lo que él tiene. A veces creemos que lo que hacen está mal y se les obliga, de cierta manera, a compartir cuando simplemente no están listos.
¿Cómo podemos saber el momento en que están listos para compartir?
Generalmente ocurre entre los cuatro o cinco años. Antes de esa edad, es muy difícil hacer comprender al niño que será más feliz si comparte sus cosas con los demás. Pero tomemos en cuenta que cada peque sigue su propio ritmo de desarrollo y lo mejor es que se observe cuándo empieza a necesitar la cercanía de otros niños. Ese será el momento de empezar a enseñarle a compartir. Es importante que sepas, que los niños aprenden más de lo que ven que de las cosas que decimos, entonces debemos de ser muy cuidadosos y revisar si el concepto de compartir que tenemos y practicamos diariamente con los demás, es el mismo que quieres inculcar a tu hijo.
No presiones a tu hijo para que comparta absolutamente todo. Tal vez tenga algún juguete o alguna ropita que no quiera prestar por tenerle un cariño especial. Eso también debes respetárselo. Y también puedes enseñarle que compartir no se refiere solo a las cosas materiales, a un juguete, a una ropa o a una comida.
Más importante aún es aprender a compartir tiempo, sentimientos, experiencias, historias o inquietudes. Debemos mostrarle que los momentos más bonitos son los que se comparten con nuestros seres queridos. Gran ejemplo son los cumpleaños, demuéstrale toda la diversión que puede tener al lado de sus compañeros realizando actividades didácticas como caballetes, pintando cerámica o simplemente dentro de un brincolín, donde pasarán horas de diversión garantizada.